martes, 26 de junio de 2007

.Violet.

Corrí y llegué cuando se había ido. Había tiempo hasta el próximo. De noche, en la estación frente al cementerio me paré al final del andén y busqué una imagen sin ruidos. El cielo. No era inmune a aquello. Violeta a lo lejos, y encima mío agujeros azules que crecían. Y la luna que se movía. Pasaba del esfumado nebuloso al uniforme azul.
Pero no se movía. Miraba mal. Las nubes se movían. Era el universo. Me concentré en las nubes y sentí su movimiento en relación a la luna. Y con las nubes sentí moverme. Así por segundos en la oscuridad, en el aislamiento. Fue aquel momento. Otros serán distintos. Pero no me lo permití. Bajé la cabeza y mi mirada se contaminó de demasiados elementos desarmonizados.
No pensé.
¨
Entré al tren.
.

No hay comentarios: