sábado, 1 de septiembre de 2007

Ella dijo...


Juli b [y] siente en palabras...


Mi abuela Ángela.
Ella
con sus pupilas y todo
mira.
Medio de reojo
y no tanto.
No está segura de sus ojeras.
No está segura de su edad.
Se desfigura en la sepia de acuarela.

...


Rehn ama.

Está inmóvil.
Eternamente inmóvil.
Su ropa gira.
Su cuarto gira.
Su casa gira.
Pero Eme no.
Eme permanece.
Centro del trompo.
...
Bacanal.
Como la Venus de Milo
a punto de zambullirse
en el Nilo.
Con ciega fe
en que el correr de sus aguas
igualará al de su espíritu.


...
Lupanar.




Un grito ahogado en la garganta
contenido en la mano
con la fuerza de los cabellos de Sansón
que inspira con el ímpetu del crayón
y exhala al cielo y sus mil dioses.


...

Lluvia sobre el cementerio.
Le explicó que sólo dibujaba.
Sólo dibujaba
como la cruz es sólo una equis vertical.
Como el ángel es sólo una piedra esculpida.
Como las ventanas son sólo huecos en la pared.
Excepto que no lo son
sólo.
Excepto que su pincel
atravesó el silencio del lugar
lo recorrió
y se llevó una parte de él consigo
justo antes de que la tormenta pudiera aguarlo.
...
Las jóvenes lavanderas.
Arco iris de ropas
forman las lavanderas
en el asiduo quehacer
que ocupa sus manos
sus ojos
sus almas.
.


2 comentarios:

Julieta Bergunker dijo...

Gracias, amiga hormiga!
Tus colores me inspiran.

Te quiero!

Anónimo dijo...

wow
me quede tonta mirando tus acuarelas. son tuyas! las inventaron para vos me parece...
eso nomas y la de las lavanderas es mi preferida..
beso
amy